20 de marzo de 2013

Las mujeres ya cobran hasta $ 3.000 por dar sus óvulos

Crece la demanda de los tratamientos de fertilización. En los centros médicos dicen que no es un pago sino una retribución a las donantes, en su mayoría mujeres jóvenes y fértiles que necesitan el dinero. En el país no hay una ley que regule estas prácticas.

En la actualidad ser Donante de Ovulos parece ser un negocio rentable!

De un lado, mujeres profesionales que siguen con sus carreras hasta que un día se dan cuenta de que quieren ser madres, pero ya es tarde, sus óvulos envejecidos no sirven. Igual, quieren vivir un embarazo y lo buscan, porque tienen dinero para pagar los tratamientos. Del otro lado, chicas jóvenes a las que les sobra fertilidad, pero les falta plata. En el medio, centros especializados en fertilización asistida. Resultado: en el país ya nacen más de cien bebés por mes gracias a la donación de óvulos. ¿Solidaridad femenina? ¿Negocio encubierto? Las dos cosas. ¿Está mal?

La probabilidad de que una mujer mayor de 40 años quede embarazada y tenga un bebé es del 10%.

De allí que el promedio de edad de las mujeres que recurren a la ovodonación sea 41 años. Y salvo algunos casos de menopausia precoz o cáncer, no están enfermas, simplemente están grandes para ser madres. Un tratamiento de ovodonación cuesta 18.000 pesos. La tasa de éxito: más del 50%.

Mucho se ha dicho de las mujeres que postergan su maternidad, pero poco se sabe de las que les donan sus óvulos. En general son chicas de veintipico, que tienen un hijo y necesitan plata. ¿Les pagan? Sí. En Argentina no hay ley que regule las técnicas de fertilización asistida, es decir, no está ni prohibido ni permitido pagar. Lo que se hace es dar dinero en concepto de “gratificación”, “viático”, “recompensa”. Según el lugar, la cifra varía de 500 a 3.000 pesos

En los centros admiten los pagos. Dicen que a estas mujeres las mueve la solidaridad y que lo hacen por esa razón. Pero también explican que donar óvulos exige tiempo, dedicación y poner el cuerpo, literalmente. Por ende, “un reconocimiento económico no está mal”. Las donantes deben tener menos de 30, 32 o 34 años, depende el centro. Son sometidas a análisis de todo tipo y se les hacen estudios cromosómicos y genéticos para descartar que tendrán hijos con síndrome de down, fibrosis quística, malformaciones, retardo mental, talasemia. Luego, son estimuladas hormonalmente. Toman pastillas anticonceptivas un mes y reciben tres inyecciones. Se les hacen controles con ecografías y al final se les aspiran los óvulos, que serán inseminados con los espermatozoides de la pareja de la receptora, a la que le harán la transferencia embrionaria, Esta técnica representa casi el 40% de los tratamientos de alta complejidad de los centros de fertilización asistida.